martes, 22 de noviembre de 2011

+ sobre Vinos

Aunque hemos dado una clasificación por el vino, vamos a dar otra más completa en función de los platos a servir, y que al ser más amplia nos puede dar una orientación mejor a la hora de crear el menú ideal:

1. Entremeses.

Si son de embutidos y quesos, podemos utilizar un rosado seco. Si hay pescado (o fritos tipo calamares, gambas ...) podemos utilizar un blanco seco.

2. Primero caldoso.

Si hay un primer plato como sopa o consomé, lo mejor es servir un blanco seco.

3. Primer plato.

Arroces, un blanco seco (también con arroces con pescado). Si el arroz lleva carne, podemos servir un tinto joven. Las pastas admiten un rosado joven, y las legumbres un tinto joven.

4. Pescados.

Los pescados blancos (más suaves) admiten servir blancos ligeros o rosados jóvenes. Los pescados azules (más fuertes) y los mariscos admiten blancos de más cuerpo e incluso blancos de aguja. También es admisible un rosado joven y fresco. Sobre todo si el pescado es fuerte y acompañado de guarnición como el "Salmón Papillote", por ejemplo.

5. Carnes.

Las carnes suaves o blancas, van acompañadas de un rosado o tinto joven. Las carnes rojas o de caza un tinto añejo y con cuerpo. Las carnes guisadas y a la brasa pueden servirse con un tinto crianza con cuerpo. Pueden darse ciertas variantes más que en función del tipo de carne en función de la preparación de la misma. No es lo mismo tomarse una carne a la plancha que una carne al Roquefort con guarnición.

6. Huevos.

Fritos, al plato o con platos fuertes (escalfados en un bacalao al pil-pil , por ejemplo) tintos jóvenes. Revueltos, cocidos y preparados "suaves" rosados, o tintos secos y jóvenes.

7. Quesos.

Tiernos y cremosos, rosado o tinto joven y ligeramente afrutado. Quesos curados, semicurados y fermentados, tinto viejo con cuerpo.

8. Postres.

En función del tipo de postre si es dulce, podemos utilizar un vino generoso. Si es salado o frío (como un sorbete o un helado) podemos servir un blanco frío y seco o semiseco. Aunque la costumbre es servir el postre acompañado de cava o champán (bebida que puede ser tomada a lo largo de toda la comida perfectamente, aunque no tengamos esa costumbre).
Independientemente del vino elegido para cada plato, recordar una regla fundamental: no se deben servir vinos con más cuerpo y sabor antes que otros más jóvenes y menos intensos. Por ello como he comentado anteriormente, es importante saber elegir el vino adecuado, pero también en qué orden se van a servir.
No ahorréis nunca en el vino. Puede estropear la comida más exquisita. Sobretodo, intentar guardar una relación con la calidad de la comida y la calidad del vino elegido. No conjuntar elementos desproporcionados, grandes manjares con pésimos vinos o viceversa.
Fuentes:
www.protocolo.org
www.vinoseleccion.com 

1 comentario:

  1. Tienes una seguidora más. Me interesa conocer algo más sobre los vinos, y esta entrada y explicaciones las veo muy necesarias. Gracias.

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